domingo, 15 de noviembre de 2009

Actividades


JUAN MONTALVO


  • LUGARES DONDE SE EDUCÓ

Se educó primero en una escuelita de Ambato, después fueron el Convictorio de San Fernando, el Seminario de San Luis y la Universidad, en la ciudad de Quito. Enseñan­za dirigida por religiosos que no dejó de gra­vitar sobre su conciencia. Los años universita­rios no fueron sino dos, de Derecho. Como estudiante llamó la atención por su talento, seriedad y excepcional memoria... Ya en la juventud se mani­festó su vocación de escritor. Leía a los clási­cos. Era un enamorado de las páginas cicero­nianas, y de la vida misma de Cicerón. Andaba con curiosidad intensa por los libros de li­teratura, filosofía e historia de la antigüedad. Se interesaba por las lenguas extranjeras. Asistía a las tertulias del grupo román­tico de Julio Zaldumbide. Apareció en un ac­to público leyendo su primera prosa, que fue de execración del despotismo de Flores.

  • RESIDENCIA EN FRANCIA

En 1857 viajó a Europa donde ocupó cargos importantes en las embajadas de Italia y Francia. En Italia subió al monte Adventino para recordar el sagrado juramento de Bolívar y el suyo propio, hecho sobre una cresta del Tungurahua. En Francia lo nombraron secretario de la Legación del Ecuador y es allí donde se enteró de los cambios en el gobierno de su patria. Renunció a su cargo diplomático y retornó al país. Llegó al Ecuador en 1859 en medio de un verdadero caos en la nación. Por esos días, el Perú amenazaba tomarse el Ecuador desde el Golfo de Guayaquil

  • VÍNCULOS POLÍTICOS Y LITERARIOS EN EUROPA

En 1857 viajó a Europa donde ocupó cargos importantes en las embajadas de Italia y Francia. En Italia subió al monte Adventino para recordar el sagrado juramento de Bolívar y el suyo propio, hecho sobre una cresta del Tungurahua. En Francia lo nombraron secretario de la Legación del Ecuador y es allí donde se enteró de los cambios en el gobierno de su patria. Renunció a su cargo diplomático y retornó al país. Llegó al Ecuador en 1859 en medio de un verdadero caos en la nación. Por esos días, el Perú amenazaba tomarse el Ecuador desde el Golfo de Guayaquil

Viajó a Europa en el año de 1857, visitó la Ciudad Eterna, París; en esta última desempeñó el cargo de Secretario de la Legación del Ecuador; pero permaneció poco tiempo debido a la inestabilidad de los gobiernos y la agitación política. Se enfermó de artritis, causa para regresar nuevamente a su hogar, debiendo los suyos prodigarle los cuidados que requería

En Francia se hizo amigo del famoso literato y fabulista Lamartine.

Se lo nombró funcionario de las embajadas ecuatorianas en Italia y Francia. Sirvió en una de ellas al Ministro Pe­dro Moncayo, personalidad inmaculada del liberalismo. La permanencia en Europa fue signifi­cativa en su formación y su destino... volvió al Ecuador. Fue a comienzos de 1860.

  • RELACIÓN CON LA POLÍTICA ECUATORIANA: GABRIEL GARCIA MORENO E IGNACIO DE VEINTIMILLA

Los ataques montalvinos a García Moreno tuvieron, esto sí, consecuencias importantes en la vida del escritor y en lo que después ocurrió al tirano. Montalvo se refugió en la Legación de Colombia. Y abandonó pronto el país. Recorrió difícilmente varios lugares extranjeros, y al fin halló asilo en la población colombiana de Ipiales. Este es un rincón andino situado en la frontera norteña del Ecuador. En aquel tiempo era una aldea de muy pocas gentes.

Hasta su retiro le lle­gaban a veces pequeñas ayudas, enviadas por algunos íntimos y por amigos ecuatorianos. Con la pluma, entonces, no se podía vivir. Ni a Montalvo le hubiera agradado tal cosa. Creía que la pluma no debía ser convertida en "cuchara". Montalvo se resignó a mantenerse con los préstamos, que nunca conseguía pagar com­pletamente. No quiso aceptar otra tarea que la de su sacerdocio literario. La literatura era su atmósfera. Únicamente a través de ella cumplió su memorable destino. En ocasiones, cierto es, sus libros le daban algún dinero (tal fue el caso de "Las Catilinarias"), y obtenían resonancia política Por esto último, el voto popular de una provincia del Ecuador elevó a Montalvo a una diputación, que él jamás de­sempeñó.

Entregado pues únicamente a escribir, en la soledad Ipiales produjo obras: "Siete Tratados" y "Capítulos que se le olvidaron a Cervantes". Además, algunas piezas dramáticas. Que también muestran que el gran ensayista tuvo ta­lento para el teatro. Finalmente compuso allí mismo artículos de condenación a la tiranía de García Moreno, que aparecían en publica­ciones liberales de Quito, y sobre todo el opúsculo titulado "La dictadura perpetua", que se publicó en Panamá en 1874.

García Moreno fue asesinado en el Palacio de Gobierno el 6 de agosto de 1875. Montalvo había ganado su primer gran duelo político: "Mía es la gloria. Mi pluma lo mató" fue su primer comentario. Pasaron largos meses, y entonces sí se halló de nuevo en el Ecuador. Desgraciadamente la vida pública seguía como antes, como siempre, incierta, procelosa, cargada de siniestros presagios. El Presidente Borrero, a cuyo régimen se refieren las críticas de "El Regenerador" montalvino, no pudo conservar el poder. Y en 1876 había ya otro dictador en el país: el militar Ignacio de Veintemilla. De nuevo la primera víctima de! destierro fue Juan Montalvo. Su réplica no se hizo esperar. Y escribió "Las Catílinarias". Libro admirable, que muestra una parte de la realidad hispanoamericana... Nadie, en todo el ámbito de la lengua, había manejado el insulto con más eficacia ni alarde estético...

Había escrito abundantemente, pero para públicos semialfabetos que mante­nían a hispanoamérica en la condición de una vasta aldea literaria. Quizás se sentía tris­temente desubicado en medio de "esas nacioncillas". No había otro eco que el de dos o tres críticos notables... En Francia, publicó sus "Siete Tratados". Y, como lo es­peró Montalvo, aquella obra fue recibida con entusiasmo...

  • CONSECUENCIAS DE SU PENSAMIENTO POLÍTICO

Montalvo deseaba la separación de Iglesia y Estado, y en sus escritos no pretendía hablar a sus lectores de religión y fe sino del Ecuador y de su gobierno. Atacaba o defendía al clero según su situación política. En más de una ocasión, buscando en vano su apoyo político, escribió para elogiar las cualidades del buen clero,[] pero en la mayoría de las veces sus escritos eran anticlericales. En El Cosmopolita atacó al clero porque era un miembro fuerte e influyente del Partido Conservador que dominaba entonces el poder; también por interesarse más en los bienes terrenales que en los celestiales, por simoníaco. Cuando escribió esta obra, en 1866, el clero era muy poderoso en Ecuador, y no sólo no admitía el menor indicio de oposición sino que la consideraba como herejía.[

Continuó con su oposición al clero en sus Siete Tratados y en las citadas Las Catilinarias, porque se sentía defraudado al ver que el clero no luchaba contra Veintemilla. Su obra más furibunda fue Mercurial eclesiástica, escrita como respuesta a la condena del portavoz del clero, Monseñor José Ignacio Ordóñez, a su obra. No obstante, se puede asegurar que en la práctica Montalvo se llevó mejor con la autoridad eclesiástica que con los católicos conservadores

Por todas estas ideas como consecuencia fue desterrado.


  • ALGUNAS OBRAS ESCRITAS POR JUAN MONTALVO

El cosmopolita

El Cosmopolita es el nombre de una revista de enfoque político, periodístico y ensayístico redactada por el escritor ecuatoriano Juan Montalvo. Sus entregas, llamadas lis por su autor, fueron en total nueve, publicadas de enero de 1866 a enero de 1869. Se cumpiló por primera vez en dos volúmenes, publicados en Imbabura, en 1894.[1] Su primer número contenía la siguiente advertencia: "De Cosmopolita hemos bautizado a este periódico y procuraremos ser ciudadanos de todas las naciones, ciudadanos del universo, como decía un filósofo de los sabios tiempos".[2]

El Cosmopolita podría considerarse como una de las primeras obras del ensayo moderno en el mundo hispano, y como precursor del modernismo en hispanoamérica. Entre los muchos ensayos publicados en El Cosmopolita, destacan la "Carta de un padre joven", escrita por Montalvo para su hija María del Carmen, a quien no había visto en mucho tiempo, y los virulentos ataques contra Gabriel García Moreno.

Siete tratados

Siete tratados es un conjunto de ensayos publicados por el escritor ecuatoriano Juan Montalvo en dos tomos, en 1882 y 1883. De marcado carácter filosófico, fue su obra más famosa, gracias a la cual recibió elogios tanto en América como en Europa. Había sido escrita en su mayor parte entre 1873 y 1875 mientras su autor se encontraba proscrito en Ipiales,[1] ya que durante ese período gobernaba el Ecuador Gabriel García Moreno, enemigo suyo, conocido por reprimir todo intento de oposición. Se publicó en París, el tomo I en 1882 y el II en 1883.[2]

Los Siete tratados están escritos con tal abundancia de citas históricas, parábolas y ejemplos, que su lectura no es fácil: el lector puede perder el interés en la obra por el derroche de erudición del autor y por sus digresiones, no siempre acertadas.[2]

El tomo I contiene: "De la nobleza", "De la belleza en el género humano" y "Réplica a un sofista seudocatólico"; el tomo II: "Del genio", "Los héroes de la emancipación hispanoamericana", "Los banquetes de los filósofos" y "El buscapié", que luego será el prólogo de Capítulos que se le olvidaron a Cervantes.

Las Catilinarias

Las Catilinarias forman un conjunto de doce ensayos publicados por el escritor ecuatoriano Juan Montalvo en Panamá entre 1880 y 1882. Estos escritos tenían como finalidad realizar una crítica hacia el dictador Ignacio de Veintemilla, general que ocupaba el poder en Ecuador desde 1876.


Biografía:

JUAN MONTALVO FIALLOS, fue un ensayista y novelista ecuatoriano nacido el 13 de abril de 1832 en Ambato. Sus padres don Marcos Montalvo y doña Josefina Fiallos.

A los siete años fue a la escuela, una humilde casa de aldea, de una sola planta, pobremente administrada y sostenida. Sus dos hermanos mayores, Francisco y Francisco Javier, le orientaban e influenciaban en su gusto por las letras, aparte de haberle creado, cada uno con su prestigio, un ambiente favorable en el mundo de sus estudios.

Al terminar la Instrucción Primaria Juan fue enviado a Quito, a continuar sus estudios. Entró entonces al Convictorio de San Fernando Posteriormente estudió filosofía en el seminario San Luis, donde recibió el grado de maestro, y después ingresó a la Universidad de Quito para estudiar Derecho,

Juan Montalvo fue admirador de Sócrates, Julio César, Cicerón, Miguel de Cervantes, Michel de Montaigne, Montesquieu y Lord Byron adquirió, de forma autodidacta, conocimientos de Gramática española y se interesó por la Historia, la Literatura y la Filosofía Helénica.

Viajo a Europa en el año de 1857, visitó la Ciudad Eterna. París; en esta última desempeñó el cargo de Secretario de la Legación del Ecuador; pero permaneció poco tiempo debido a la inestabilidad de los gobiernos y la agitación política. Se enfermó de artritis, causa para regresar nuevamente a su hogar. En Francia se hizo amigo del famoso literato y fabulista Lamartine. Montalvo llegó al Ecuador en 1859 en medio de un verdadero caos en la nación.

Montalvo vivió apasionadamente la política de partidos de su país, y su pensamiento liberal estaba fuertemente marcado por el anticlericalismo y la oposición a los dictadores Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintemilla.

Juan Montalvo falleció el 17 de enero de 1889 en París víctima de una pleuresía y, el 12 de julio de ese mismo año fueron repatriados a Ambato, su ciudad natal, donde fue embalsamado y enterrado.

Obras:

Juan Montalvo fue creador de obras como

· El bárbaro de América en los pueblos civilizados de Europa

· El libro de las pasiones

· De las virtudes y los vicios

· Capítulos que se le olvidaron a Cervantes

· El último de los tiranos

· Mercurial eclesiástica

· El regenerador

· El espectador

· Las Catilinarias

· Siete Tratados

· Los Ancianos

· Geometría Moral

· Ensayos, Narraciones y Polémica

· Cosmopolita

Opiniones acerca de sus obras:

“Su obra, personal y fuerte, es de difícil clasificación, aunque le corresponde el amplio y abierto campo del ensayo, basado en el gran ejemplo fundacional del escritor francés Miguel de Montaigne. Se le considera uno de los mayores prosistas hispanoamericanos del siglo XIX, pues su léxico, giros y cadencias, así como la desenfadada agudeza de su pensamiento, apelan a fuentes diversas: los clásicos latinos, el siglo de oro español, los románticos franceses. Frente a la opción de Domingo Faustino Sarmiento, o sea la constante reinvención latinoamericana del idioma, Montalvo trabaja por recuperar olvidadas fuentes de la literatura española, empleadas con extrema libertad. Su obra ocupa varias zonas, ante todo el periodismo político de corte liberal, dirigido contra los dirigentes conservadores de su país, a veces desde la emigración: El Cosmopolita y Las Catilinarias (1866-1882). Junto a cuestiones circunstanciales y satíricas diatribas contra sus adversarios, enlaza reflexiones más perdurables, todo lo cual prepara su libro más característico, Siete tratados (1882). En él aborda temas filosóficos, episodios de la historia hispanoamericana, personalidades del continente, asuntos de ética y estética y una aproximación al Quijote, titulada El buscapié. Su interés por la obra de Cervantes lo conduce al curioso texto de Capítulos que se le olvidaron a Cervantes (1895), donde toma como pretexto el libro inmortal para ocuparse de asuntos hispanoamericanos, aunque siempre con un cuidado lingüístico de arcaico sabor. También curiosa es su póstuma Geometría moral (1917), donde hace consideraciones sobre la ética, entremezcladas con narraciones breves y retorno a personajes clásicos, como Don Juan. Otros títulos suyos son Mercurial eclesiástica (1884), El Regenerador (1878) y El Espectador (1888), estos últimos conformados por la recopilación de artículos.”

  • QUE ENTENDIA Y DEFINIA JUAN MONTALVO POR:


La libertad

La “libertad” es una de las ideas vertebrales de la vida y obra de Don

Juan Montalvo, no solo como concepto filosófico que fundamenta su

pensamiento y principio espiritual inspirador del desarrollo de su brillante y

prolífica obra, sino como ideal y causa de su militancia política; y lo que es

más, como esencia de su individualidad, conforme lo puntualiza en el

séptimo capítulo de EL ANTROPÓFAGO: donde escribe: “nací libre: al salir al

mundo recibí el baño de la libertad, y en mi alma resplandeció una aurora

divina, anuncio del favor con que la ley de redención quiso protegerme. Nací

libre, por eso lo soy; nací libre, por eso no gimo bajo el yugo de la servidumbre,

y mi alma se encumbra por las regiones altas, al paso que mi cuerpo se

contonea sin temor de cadenas ni mordaza” 1. Para Juan Montalvo la libertad

trasciende el ámbito de la inmediatez de lo político, lo social o lo económico.

La libertad es consustancial al ser humano: “Somos libres porque lo somos,

no porque un individuo consiente en que lo seamos mientras a él le agrade” 2.

En esta declaración Montalvo fundamenta su libérrimo pensamiento. El ser

humano no debe su libertad a otro miembro de la especie, por poderoso que

él sea. La libertad no nace de la voluntad de nadie, sino de la propia

espiritualidad de la especie. Ser concebido y nacer es condición suficiente

para que la libertad exista. La enfática declaración montalvina no admite

subterfugios ni ambigüedades y constituye un grito de guerra contra

cualquier pretensión que trate de desvirtuar a la libertad disfrazándola como

gracia o regalo de algún señor. Libertad no es benevolencia ni dádiva, no es

favor ni concesión; libertad es derecho innato e inalienable del ser humano;

es su atributo congénito e inmanente, en virtud del cual, está plena y

absolutamente autorizado a luchar con todo su coraje y energía contra

cualquiera que pretenda atropellarla.

DEMOCRACIA

Desde enero hasta agosto de 1858, mantuvo correspondencia con su hermano Francisco Javier destinada a su publicación en el semanario quiteño La democracia, que este último dirigía. Estos escritos, que conformaron una porción muy importante de su futura revista El Cosmopolita, no fueron bien recibidos en el Ecuador. Durante esta etapa en París,montalvo se volvió melancólico, pues extrañaba su provincia. En Los proscritos, ensayo aparecido en El Cosmopolita, escribió:

“La nostalgia consiste en un amor indecible por la patria y un profundo disgusto del país en que se está..., es un deseo de llorar a gritos al mismo tiempo que eso es imposible. “

DESPOTISMO

Juan Montalvo definio:

"EL ULTIMO DIA DEL DESPOTISMO Y EL PRIMERO DE LO MISMO", y

"AMOR A LA LIBERTAD, ODIO POR EL DESPOTISMO Y LA TIRANÍA, ANHELO POR LA CIVILIZACIÓN".

TIRANIA

en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza

ESCLAVITUD

es la situación en la cual un individuo está bajo el dominio de otro, perdiendo la capacidad de disponer libremente de sí mismo

BELLEZA

La belleza es una característica de un ente real, imaginario o ideal cuya percepción constituye una experiencia de placer, revelación de significado, o satisfacción.

NOBLEZA

Generosidad, honradez y total ausencia de maldad en una persona, en su comportamiento, su actitud o sus acciones.

SISTEMA REPUBLICANO

Históricamente, el término se empleó en un sentido muy distinto. La palabra “república” hacía referencia a aquellos regímenes que no eran monárquicos (o sea, donde el estado era una “cosa pública” y no el patrimonio privado de un príncipe). Aunque con variaciones, el significado se mantiene hasta hoy: en Gran Bretaña y España, los republicanos son los que quieren eliminar la monarquía.

Intolerancia

En un sentido social o político, es la ausencia de tolerancia de los puntos de vista de otras personas. Para un principio social, es demasiado abierto para interpretación subjetiva debido al hecho de que hay una lista de definiciones sin fin para esta idea.

Fanatismo

Consta de una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento.

DERECHOS HUMANOS

Los Derechos Humanos son, de acuerdo con diversas filosofías jurídicas, aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos[] que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna

JUSTICIA SOCIAL

La justicia social comprende el conjunto de decisiones, normas y principios considerados razonables de acuerdo al tipo de organización de la sociedad en general, o en su caso, de acuerdo a un colectivo social determinado

MORAL

Se denomina moral o moralidad al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social determinado que oficia de guía para el obrar

LAICISMO

es la corriente de pensamiento, ideología, movimiento político, legislación o política de gobierno que defiende, favorece o impone la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, de forma independiente, o en su caso ajena a las confesiones religiosas.


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